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Con esta novela he querido hacer un ejercicio de reflexión sobre un problema que no tenemos muy en cuenta en el día a día.

 

Aquí siempre hemos disfrutado del agua, sin embargo , en otros puntos del planeta,como ya sabemos, sufren unos grados de sequía y aridez significativos. Con esta narración lo que he querido hacer es que se cambien las tornas. Entonces, he situado a los protagonistas frente a una tesitura poco convencional...

 

  ¿Qué es lo que ocurriría si nos acercáramos al grifo de nuestra casa y no saliera una miserable gota de agua...?

AGUA

SKU: 004
14,00 €Precio
Impuesto incluido
  •   Al abrigaño de una jamba

    Supe de la osadía del Escritor Errante por mi amigo Óscar. Me contó que Sergio Hernández López-Pastor llamó un día a su puerta con la intención de… ¡venderle un libro! Parece el colmo del atrevimiento. Recelosos de cualquier desconocido que llama a nuestro timbre, molestos con quienes pretenden “colocarnos” sus productos y poco receptivos con las historias ajenas que invaden nuestra intimidad, la peripecia de Sergio, buscador ambulante de lectores, me pareció ingenua, audaz y valiente. Eché un vistazo a su blog, vi la foto en la web de un chico joven, tímido y sonriente, leí los comentarios que escribía sobre sus andanzas puerta por puerta, pedí a mi amigo Óscar la novela que había adquirido y decidí conocerle. 

    Fue así como Sergio accedió a su primera entrevista para un medio de comunicación y empezó a darse a conocer un poco más allá del recibidor. Quedamos en la barriada Yagüe, el barrio burgalés donde esa jornada tenía previsto buscar a sus potenciales lectores. Llegó con el maletero repleto de la novela ‘Soy un gusano’, cogió unos cuantos ejemplares y empezó a llamar a las puertas…  Aquel día y a aquella hora en la zona residencial había tal silencio que parecía que no viviera nadie. Supuse, entonces, que aquella aventura no iba a durar mucho: recibir -como me confesó que le había pasado otras veces- quince negativas seguidas una mañana gris de invierno justificaría un abandono. Sin embargo Sergio solo tenía en mente la siguiente puerta: “Nunca sabes quién te va a abrir”, nos decía al fotógrafo y a mí.

    Eso fue hace dos años, en marzo de 2012, y hacía otros dos que había publicado su primera novela con una editorial online. Entonces llevaba 600 ejemplares vendidos y un buen puñado  de charlas literarias, intercambio de libros y anécdotas con escritores y lectores al abrigaño de una jamba (en los comentarios que dejan en su blog, http://shlopezpastor.blogspot.com.es, hay quienes se disculpan por cerrarle la puerta, le piden el resto de la trilogía, le animan a continuar con su aventura, le agradecen la ilusión que transmite, valoran el argumento y la forma de escribir…). Con el tiempo esas mismas puertas le han llevado a conocer a sus actuales editores, le han hecho protagonista de otros reportajes y le han allanado el camino para presentar sus libros en nuevos escenarios. Hoy ya tiene más de 4.000 ejemplares distribuidos por el vecindario de Burgos, Miranda, Logroño o Vitoria y comienza una nueva aventura con ‘Agua’, el libro que usted tiene en sus manos.

    En esta novela el Escritor Errante plantea un escenario que ya hay quien vaticina: sin acceso a un recurso imprescindible, la humanidad está condenada a la extinción. Como en ‘Ensayo para la ceguera’, de Saramago, Sergio H. López-Pastor propone un ejercicio de reflexión sobre lo que ocurriría si aumentaran las temperaturas del planeta y escaseara el agua -¿les suena el pronóstico, no?-. Lo hace de una manera irónica y divertida, sencilla y clara, tratando de quitar hierro sobre un asunto que debería no solo quitarnos el sueño, sino motivarnos en la búsqueda de una solución. Pero no hacen falta las moralinas para zarandear al lector.

    Peleas y robos por una botella de agua, deshidratación y enfermedades, desesperanza e incertidumbre y, sobre todo, miedo a un presente desolador que nosotros mismos hemos provocado. A través de lo que le pasa a la familia de la niña Dana y la realidad que ratifica el experto Bruno (al que, por cierto, conocemos de una escatológica manera, pero la vida es así y todos tenemos momentos glamurosos y de debacle total), el Escritor Errante quiere llamar la atención sobre una situación que preferimos no plantearnos, no sea que no nos guste lo que vemos. Como con Bruno, preferiríamos  evitarnos lo desagradable y pensar que el color rosa es el tono de nuestras biografías. Aunque obviarlo no signifique que no exista.

    “La humanidad sigue resistiendo a duras penas”, comenta en ‘Agua’ pronosticando un futuro incierto que está más cerca de lo que creemos. Pero probablemente, amigo lector, nada sabría de esta historia si Sergio no hubiera llamado al primer timbre para ver qué encontraba detrás de la puerta. Con espíritus valientes como el de escritor, que seguirá vendiendo sus historias casa por casa porque cree en la literatura, en lo que le reporta y en las puertas que se abren, seguro que sí. Pero no me atrevo a poner la mano en el fuego por el resto. Disfruten de ‘Agua’ y piensen que hay que llamar si queremos que nos abran.

    Inmaculada López de la Hera

    Periodista Diario de Burgos.

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